Crónicas Celestiales

Ángela: ¿Y qué es lo que he hecho? Me alegro de que lo sepas tú porque yo no.
Drew: Hiciste trampas en los exámenes para ser ángel de la guarda.
Ángela: ¡¿Qué?! ¡Esa es una acusación muy fuerte!
Drew: ¡Lo demostraré! (se va)
Angélica: ¿Pero qué le pasa a este ahora?
Ángela: Que es idiota -.-
Ezequiel: Sin meterse con los idiotas.
Angélica: ¡Ostras!
Esperanza: ¿Qué pasa?
Ángela: ¡El trabajo de pócimas!
Esperanza: ¿No lo habéis terminado?
Ángela: (salgo volando a la biblioteca literalmente) ¡Noooo!
Angélica: (me sigue) ¡¡Espérame!!
Angélica y yo volvamos hasta la biblioteca, ¿cómo se me podía haber olvidado el trabajo de pócimas? Sería por otra cosa, no recuerdo ahora el qué...
Angélica: (sacando cinco libros de una estantería) ¿No es muy raro que no haya nadie aquí? Este sitio suele estar lleno a la hora de los exámenes.
Ángela: Nos estamos olvidando de algo.
Angélica: Que hambre tengo, daría algo por tener ahora mismo aunque fuera una pieza de fruta.
Ángela: Fruta... tendrías que bajar al protectorado a por ella.
Angélica: Las frutas bajan.
Ángela: ¿Las frutas bajan? ¿Te has dado un golpe o algo?
Angélica: ¡Los nacimientos!
Ángela: O_O ¡Verdad! (salgo corriendo)
Salí de la biblioteca corriendo, con las prisas se me olvidó que tenía alas. Llevaba corriendo dos minutos, los celestiales tenemos poderes sobrenaturales, podría haber pasado la vida corriendo que no me habría cansado; estuve corriendo hasta que me di cuenta de que tenía las alas. Las abrí y llegué volando hasta la especie de azotea, allí estaba yggradisil, el árbol que contiene los frutos que nos dan la vida. No había nadie y pensé que ya había terminado la ceremonia.
Ángela: No fastidies, a saber cuando vuelven a nacer celestiales, aún así no creo que me dejen, la vida es injusta T_T